Abril sin ti
- Renata González

- 17 abr
- 2 Min. de lectura
Abril solía ser nuestro,
una promesa envuelta en sol,
un mes con dos corazones latiendo
al compas de una misma canción.
El 14 era tu risa,
tus ojos brillando al soplar las velas,
tus abrazos firmes,
tu voz diciéndome que la vida era buena.
El 23 era yo,
y tu siempre ahí, con ese amor que no pedía palabras,
solo estar,
solo ser,
solo tu y yo,
como si el universo entendiera
que fuimos hechos del mismo pedazo de cielo.
Pero ahora abril llega vacío,
como una carta sin remitente,
como un amanecer sin café ni historias,
como un cumpleaños sin ti.
El 14 será un eco.
Un hueco en el pecho.
Un pastel que no sabrá igual.
Un "feliz cumpleaños" que se pierde en el viento
por que no hay a quien decirlo
mas que al cielo.
Y el 23...
¿Cómo se celebra un año mas cuando alguien que te enseño a celebrar la vida ya no esta?
Quisiera gritarte que me haces falta,
que este mes me pesa como nunca antes,
que no sé si quiero soplar mis velas
si no vas a estar del otro lado sonriendo.
Pero también sé
que estas en las sombras de la tarde,
en las estrellas que titilan justo cuando pienso en ti,
en las lagrimas que se mezclan con sonrisas
cuando cierro los ojos y aún e escucho decir:
- Feliz cumple, bichito. Te amo con todo mi ser.
Este abril es distinto,
pero tu sigues siendo mi raíz,
mi faro,
mi siempre.
Así que aunque duela,
voy a celebrar tu vida
y voy a intentar celebrar la mía,
por que amarte fue el regalo mas grande,
y recordarte,
es la forma en que sigo respirando.
Abril ya no es igual, papá,
pero sigue siendo nuestro.





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