top of page

El primer mes que no estás aquí

  • Foto del escritor: Renata González
    Renata González
  • 19 feb
  • 3 Min. de lectura

Hoy se cumple un mes sin ti…


Un mes sin llamarte, sin escuchar tu voz, sin reír contigo…


Un mes sin tus consejos y las largas pláticas que teníamos cada noche, sin falta.


El primer mes de mi vida en el que realmente no estás aquí, presente.


No estamos en el mismo plano, y cómo me cuesta eso. Ya no hay ninguna posibilidad de volverte a ver, de escucharte…Tú eras la persona que más iluminaba mis días con sus chistes tan sagaces. El no volver a convivir con mi alma gemela… mi mejor amigo.


Cada día duele más tu ausencia, cada día mi corazón se siente más triste sin ti.


Realmente hay días en los que no sé cómo seguir adelante, no sé cómo continuar sin esa gran parte de mi alma que te llevaste contigo. Realmente no soy la misma… siento ese agujero en el pecho y, a veces, tan fuerte que la presión no me deja respirar.


Tengo tantas preguntas sin respuesta… tengo tantas cosas que decirte. Y sí, todo el mundo me dice que platique contigo, que tú me vas a escuchar, que siempre estarás conmigo.


Pero no, pa… tú no tenías que haberte ido, tú tenías que seguir conmigo, seguir a mi lado y verme cumplir mi sueño, entregarme en mi boda, verme feliz, ver cómo creaba mi vida. Tú me prometiste que siempre estarías y que nunca me ibas a dejar… y no lo cumpliste. Y sé que no es realmente tu culpa, pero me molesta sobremanera tu necedad, porque por ella estamos en esta situación… sin ti. Sin ti aquí, a mi lado, vivo.


No puedo explicar lo rota que estoy por dentro. Me siento muerta en vida, sin esa chispa que hacía que me encantara vivir. Te lo llevaste todo contigo ese diecinueve de enero… o al menos eso pensé.


Pero luego cierro los ojos y te encuentro en cada recuerdo, en cada risa compartida, en cada enseñanza que me diste. Sigues aquí, en mí, en las palabras que me dejaste, en la fuerza que sin darte cuenta me enseñaste a tener.


Sé que no estarías feliz viéndome así, atrapada en el dolor. Así que, aunque duela, voy a seguir adelante, porque eso es lo que tú querrías. Porque tu amor, tu esencia y todo lo que fuiste siguen vivos en mí.


Aprenderé a sonreír de nuevo, aunque al principio sea con lágrimas en los ojos. Aprenderé a recordar sin que el dolor opaque la felicidad de haberte tenido en mi vida. No se trata de olvidarte, porque eso nunca pasará, sino de honrarte viviendo como a ti te hubiera gustado que viviera.


Voy a seguir adelante con cada paso que doy, porque en cada uno de ellos, de alguna forma, tú sigues caminando conmigo. No estás aquí físicamente, pero sé que en cada rayo de sol, en cada brisa suave, en cada noche estrellada, hay un pedacito de ti recordándome que nunca me has dejado del todo.


Y aunque mi corazón aún duela, sé que un día podré recordarte con una sonrisa sincera, con paz en el alma y con gratitud por todo lo que compartimos. Hasta entonces, seguiré buscando pedacitos de ti en cada rincón del mundo, porque sé que siempre estarás conmigo.


Te lo prometo, papá.

Voy a tratar con todas mis fuerzas de no dejarme caer, de recuperar esa chispa que hacía que me encantara la vida. Voy a buscarte en cada señal, en los caballos que tanto amabas, en tus canciones favoritas, en esas películas que siempre veí­amos juntos, en la luna y en las estrellas que nos hacían soñar.


Porque sé que, de alguna forma, sigues aquí. En cada una de esas cosas, en cada recuerdo, en cada latido de mi corazón.


Y aunque hoy duela, sé que un día, cuando mire al cielo, sentiré tu abrazo en el viento y sonreiré, sabiendo que nunca te fuiste del todo.


Hasta entonces, seguiré hablándote en voz baja, confiando en que me escuchas. Seguiré buscándote en cada atardecer dorado, en cada melodía que nos hizo felices, en cada instante en el que mi corazón me recuerde que el amor nunca desaparece, solo cambia de forma.


Y cuando la vida me haga dudar, cuando el dolor se haga fuerte, miraré al cielo y susurraré tu nombre… porque sé que, de alguna manera, tú me responderás.


Renata.

Comentarios


Suscríbete para que no te pierdas nada

¡Gracias por suscribirte!

© 2035 by Cartas a un Blog Powered and secured by Wix

  • Facebook
  • Twitter
bottom of page